Asá, rey de Judá
9 En el año veinte de Jeroboán, rey de Israel, Asá ocupó el trono de Judá,
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y reinó en Jerusalén cuarenta y un años. Su abuela era Macá hija de Abisalón.
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Asá hizo lo que agrada al SEÑOR, como lo había hecho su antepasado David.
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Expulsó del país a los que practicaban la prostitución sagrada y acabó con todos los ídolos que sus antepasados habían fabricado.
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Hasta destituyó a su abuela Macá de su puesto como reina madre, porque ella se había hecho una escandalosa imagen de la diosa Aserá. Asá derribó la imagen y la quemó en el arroyo de Cedrón.
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Aunque no quitó los santuarios paganos, Asá se mantuvo siempre fiel al SEÑOR.
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Además, llevó al templo del SEÑOR el oro, la plata y los utensilios que él y su padre habían consagrado.
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Durante los reinados de Asá y Basá, rey de Israel, hubo guerra entre ellos.
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Basá, rey de Israel, atacó a Judá y fortificó Ramá para aislar totalmente a Asá, rey de Judá.
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Entonces Asá tomó todo el oro y la plata que habían quedado en los tesoros del templo del SEÑOR y de su propio palacio, y les encargó a sus funcionarios que se los llevaran a Ben Adad, hijo de Tabrimón y nieto de Hezión, rey de Siria, que estaba gobernando en Damasco. Y le envió este mensaje:
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«Hagamos tú y yo un tratado como el que antes hicieron tu padre y el mío. Aquí te envío un presente de oro y plata. Anula tu tratado con Basá, rey de Israel, para que se marche de aquí».
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Ben Adad estuvo de acuerdo con el rey Asá y envió a los jefes de su ejército para que atacaran las ciudades de Israel. Así conquistó Iyón, Dan, Abel Betmacá y todo Quinéret, además de Neftalí.
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Cuando Basá se enteró, dejó de fortificar Ramá y se retiró a Tirsá.
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Entonces el rey Asá movilizó a todo Judá, sin eximir a nadie, y se llevaron de Ramá las piedras y la madera con que Basá había estado fortificando la ciudad. Con ellas el rey Asá fortificó Gueba de Benjamín, y también Mizpa.
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Los demás acontecimientos del reinado de Asá, y todo su poderío y todo lo que hizo, y lo que atañe a las ciudades que edificó, están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá. Sin embargo, en su vejez sufrió una enfermedad de los pies.
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Luego Asá murió y fue sepultado con sus antepasados en la Ciudad de David. Y su hijo Josafat lo sucedió en el trono.